La única construcción que queda en pie es un pequeño cementerio civil donde están enterradas 197 personas: algunas de las que murieron en la isla vecina y algún marino desconocido.
Una vez al año, un barco de la armada española transporta a los familiares que quieren ir a visitar a sus muertos.
Estuvo unida a la isla de Isabel II mediante un muelle que fue destruido después de un fuerte temporal del que quedan algunos bloques sumergidos que sirven de refugio a distintas especies marinas. Actualmente, tan sólo colonias ingentes de gaviotas la habitan. Quizá dentro de unos milenios podamos utilizarla como depósito de guano.
(Blog de las Banderas)
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