Como solo han pasado 10.000 años desde la última erupción (un suspiro, en términos geológicos), este parque natural en las vecindades de Olot, en el Prepirineo gerundense, posee el más joven y mejor conservado paisaje volcánico de la Península, con 40 cráteres casi intactos.
El sendero número 1 del parque, circular, de cuatro horas largas de duración, atraviesa la Fageda d’en Jordà (un hayedo insólito, en terreno llano y a solo 550 metros de altitud) y el volcán de Santa Margarida, en cuyo cráter, de 330 metros de diámetro, hay un prado circular y, haciendo diana en el centro, una ermita románica.
El País
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