San Marcelo, no es solamente titular de la parroquia de su mismo nombre, sino que también es Patrono Celestial de los leoneses.
La historia de San Marcelo es historia leonesa desde los tiempos de la Legión VII, aquella aguerrida formación militar romana de cuyo campamento surgió luego la ciudad. En ella, en esta fuerza de choque, formó el centurión Marcelo, de ahí que, asimismo, León sea llamada la «Ciudad de San Marcelo».
El barrio y el templo de San Marcelo ocupan el corazón de la ciudad. El centurión Marcelo, un día del mes de julio del año 298 (siglo III de la Era Cristiana), hizo «confesión de fe», durante las fiestas romanas dedicadas en honor del emperador, ante las mismas jerarquías de la Legio Séptima Gémina, formada en parada militar. Fue un acto de valentía. En medio de aquellas fastuosas ceremonias arrojó al suelo la espada y sus atributos de centurión legionario, diciendo: «Soy cristiano y milito en la milicia de Cristó, Rey Eterno».
Pronto fue apresado, sometido a proceso y martirizado en Tánger, (donde habia sido llevado), el 29 de octubre de aquel mismo año. Un verdugo le segó de un tajo la cabeza. Después de sus penalidades carcelarias y trágica ejecución, la Iglesia, le distinguiría con la santidad.
Muchos siglos después, el 31 de marzo de 1493, la capital leonesa, se adornó con sus mejores galas para recibir los restos de San Marcelo. Para recibirlos se había trasladado a León el mismo rey don Fernando I el Católico, acompañado de muy lucido séquito. La comitiva de las reliquias llegó a Puente Castro, siguió a Santa Ana y, finalmente Rúa arriba, llegó a la iglesia de San Marcelo, en cuyo altar mayor fueron depositados los restos del Santo Centurión. Desde entonces aquí están los restos del mártir y numerosos documentos nos hablan de estas y otras cosas de San Marcelo.
Francisco Cabeza de Vaca Quiñones y Guzmán, marqués de Fuente Oyuelo escribe lo que sigue: “El cuerpo del glorioso centurión mártir, San Marcelo, natural de esta ciudad, insigne por su constancia en la fe, y su valor en el martirio e incomparable por haber logrado tener doce hijos que dieron la vida en defensa de la verdad católica, se venera en esta ciudad en la iglesia de su nombre, que está, como es sabido, enfrente de las Casas Consistoriales. Se venera en lo alto del retablo, en arca rica de plata”
Curioso es señalar los nombres de los doce hijos que Marcelo tuvo con Nonia, su esposa: “Claudio, Lupercio, Victorio, Facundo, Primitivo, Emeterio, Celedonio, Servando, Germán, Fausto ,Januario y Marcial.
(Resumen de "Tradiciones leonesas" de Máximo Cayón Waldaliso)
De todo un poco. Leyendas, tradiciones e historias curiosas de todas las regiones de España. Unas son verdad y otras no tanto.
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