Nos cuenta Fernández de los Ríos en
su “Guía de Madrid” que, en cierta ocasión, se hospedó en el
convento de las Descalzas Reales la Duquesa de Mantua.
Fue a visitarla la Reina con la Infanta
y la Condesa de Olivares. Al subir al coche, la Reina y la Infanta
ocuparon el asiento trasero, de cara a la marcha del vehículo y la de
Mantua se acomodó muy a sus anchas en el de enfrente. La Reina le
indicó que hiciese sitio a la Condesa a lo que replicó la Duquesa:
“suplico a Vuestra Majestad considere que soy nieta del Rey don Felipe II e
hija de la Infanta doña Catalina y no es decente que, a mi lado
vaya la Condesa de Olivares.” La Reina aceptó el pedido y la
Condesa hubo de conformarse a regañadientes con el trasportín.
(“Viejo Madrid – Ricardo Sepúlveda)
De todo un poco. Leyendas, tradiciones e historias curiosas de todas las regiones de España. Unas son verdad y otras no tanto.
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