Era un carro con mecanismo de vuelco, destinado al transporte de arena, grava, piedras, estiércol ,etc.
Consistía en una caja de madera entre medio metro y metro y medio cúbico, cerrada completamente exceptuando la parte superior.
Las varas se unían al cuerpo del vehículo a un punto fijo, donde éste podía vascular, esto último se evitaba colocando dos hierros llamados matraces, uno sobre las varas que también cogía la parte superior de la delantera del carro y otra que cogía el inferior de la delantera, esta segunda solía ser fija.
La ventaja que tenía este carro sobre otros que se adaptaban al transporte de este tipo de materias es que sacando el matraz superior se podía vaciar el carro sin la necesidad de desenganchar el animal.
(José Mª y Guillermo Huertas)
De todo un poco. Leyendas, tradiciones e historias curiosas de todas las regiones de España. Unas son verdad y otras no tanto.
Selección
miércoles, 20 de enero de 2016
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