El reinado de Pedro el Cruel constituye una página sangrienta de la historia de España. El país se desgarró en una guerra civil entre los partidarios del rey legítimo y los de su hermano bastardo, Enrique de Trastamara, que le quería arrebatar la corona.
E13 de abril de 1367, Pedro derrotó a su hermano Enrique gracias a la ayuda de los arqueros ingleses del Príncipe Negro. Pedro I recompensó a su aliado inglés con «muchas joyas ricas de aljófar e piedras preciosas», entre ellas un notable rubí espinela del tamaño de un huevo de paloma procedente de una virgen del monasterio de Santa Maria la Real de Najera . Probablemente sea el mismo que luce la corona de Inglaterra engastado entre dos flores de lis. La State Imperial Crown data sólo de 1838, pero fue realizada con perlas y piedras preciosas provenientes de la colección real.
Como otras piedras notables, este rubí tiene su leyenda maldita. Sus dueños propenden a morir trágicamente: el propio Pedro I, asesinado por su hermano en Montiel; el Príncipe Negro, fallecido a los pocos meses de recibir la joya, sin llegar a reinar; en el siglo siguiente, el rey Ricardo III llevaba el rubí cuando perdió la batalla y la vida gritando: «Mi reino por un caballo.»
(según Juan Eslava Galán en España insólita y misteriosa)
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