Visto ésto por la gente de armas y los capitanes del Marqués efectuaron una salida y prendieron otra mucha gente de la de don Jorge, y en represalia mandaron ahorcar a seis hombres elegidos por sorteo. Acaeció que una de las suertes cayo a un escudero, vecino de Villanueva de la Jara, de cuarenta e cinco años, casado y con hijos, el cual tenía un hermano que estaba preso con el, mozo de veinticinco años. Visto por el hermano menor mozo que la suerte le había caído a su hermano mayor casado, y que había de morir, le dijo a su hermano mayor que el quería morir en su lugar, porque no podría sufrir la pena de no volver a verlo sabiendo que dejaba familia. El hermano mayor le respondió que antes prefería morir, pues Dios así lo había querido y a su hermano todavía le quedaban muchos años para gozar de la vida vida y solamente le encomendaba su mujer e hijos. El hermano menor replicó: "Hermano; tú estás casado; tienes mujer e hijos pequeños, los cuales quedarían sin abrigo. Más vale que muera yo y deje temprano la tribulaciones de esta vida, pues de mi muerte no viene daño sinó a mí".
Al fin venció el menor al mayor, y fue degollado a pesar de los ruegos que hicieron al capitán y quedo vivo el mayor.
Llamabanse estos hermanos Talayas, y aun hay gente de este apellido en Villanueva de la Jara.
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