Es una pequeña calle cuyo nombre está vinculado a su origen, como no podía ser de otra manera.
Había en este lugar unos baños públicos en tiempos de los árabes, baños que fueron demolidos en época de Alfonso X. Era tal la abundancia de agua en la zona, que servía para suministrar el líquido elemento a los Caños de San Pedro el Viejo.
Estas aguas regaban las huertas del Pozacho que estaban en el paraje sobre el que se extiende el Viaducto. También servía para el lavado de los intestinos de las reses del matadero, derivando el agua sobrante por una alcantarilla de fábrica.
En época de grandes lluvias se rebosaba esta zona y el arroyo de las fuentes de San Pedro, aglomerándose allí también diversas corrientes, por lo que a aquel paraje y, luego a la calle, se les denominó de las Aguas. Pero también es posible que el nombre se deba a que hubo un hombre llamado Juan de Aguas que vivió allí en el Siglo XVII.
Esta pequeña calle apacible y poco transitada, está formada por casas antiguas. Pedro de Répide, que nació en Madrid en 1882 y que fue cronista de la villa, recuerda que allí estuvo una vez el Teatro de Talía,
De todo un poco. Leyendas, tradiciones e historias curiosas de todas las regiones de España. Unas son verdad y otras no tanto.
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