En el contacto del Monte del Duque con la falda norte de Sierra Bermeja -la zona geológica denominada Gneises del Duque- se encuentra el paisaje que albergó los últimos días del bandolero Manuel de Flores "Caparrota", nacido en Doña Mencía, Córdoba en 1808 y muerto en Gaucín en 1845.
Existe cierta confusión en torno a la figura de Caparrota, famoso bandolero cordobés procedente de una familia distinguida que pasó sus últimos días entre Sierra Bermeja y el Monte del Duque (Casares). A esta confusión habrá contribuido cierta literatura novelesca adaptando hechos históricos con mezcla de realidad y ficción, y la propia tradición oral, que habrá logrado lo mismo. De aquí probablemente surja la novela folletinesca Don Miguelito Caparrota, el célebre marqués Ladrón, escrita por Manuel Fernández y González en 1893 y supuestamente biográfica, o la posterior colección de doce folletines que con el título Caparrota, el bandido sevillano, habrán alimentado la confusión creando el mito.
El 16 de agosto de 1845 Juan Antonio del Espino, formando parte de la cuadrilla de Caparrota, mientras hacía de centinela y en complot con la autoridad militar, dispara sendos tiros a Caparrota y su compañero, Ramón Alvarez, hiriendo a ambos. Del Espino ayuda al juez de primera instancia de Gaucín a localizar a los fugitivos quienes finalmente son apresados en las cercanías del castillo de Gaucín el 19 de agosto de 1845.
El 22 de agosto son pasados por las armas en el mismo Gaucín.
De todo un poco. Leyendas, tradiciones e historias curiosas de todas las regiones de España. Unas son verdad y otras no tanto.
Selección
martes, 2 de diciembre de 2014
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