Chicote fue el barman del franquismo. Cerraba con su copa de vino español todos los saraos importantes del antiguo régimen.
Tuvo dos puntos culminantes en su biografía: uno, el servicio militar en la guerra de África, que le haría camarero de Capitanía, donde iba a servir y conocer a los entonces jóvenes oficiales que luego se sublevarían y bombardearían la Gran Vía de su bar; uno de ellos, Franco, Franquito todavía, que convertiría a Chicote en el barman de cámara cuando se encaramó al poder, y le hizo formar parte ornamental, sociológica y cultural del régimen. Otro, su servicio en el bar del Congreso de los Diputados, que le daría los amigos demócratas que le harían famoso en el exilio... No parece que tuviera una ideología fundamentalista. Su doctrina fue el alcohol y sus cocktails
Las clases próxima al régimen celebra en Chicote sus años triunfales. Edgar Neville abrió un local de flamenco en el centro de Madrid, pero fracasó. Poco después aparecerían otro tipo de establecimientos, sucesores, a su modo de aquellos cafés-cantante, los tablaos: Zambra, El Corral de la Pacheca, Los Canasteros...
De todo un poco. Leyendas, tradiciones e historias curiosas de todas las regiones de España. Unas son verdad y otras no tanto.
Selección
jueves, 30 de julio de 2015
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