Esta preciosa estación monumental construida a instancias de Alfonso XIIl en 1917 sobre la antigua estación de la ciudad de 1858 destaca por su arquitectura neomudéjar y elementos como la torre del reloj. En su interior, artesonados, yeserías y zócalos son obras del ceramista toledano Angel Pedraza, mientras que el maestro forjador Julio Pascual Martínez cinceló la cerrajería, las lámparas y los apliques.
En 2005 la estación fue restaurada con motivo de la llegada del tren de alta velocidad.
El Mundo
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