El techo de los montes Obarenes se llama pico Humión. Arriba, a 1.437 metros y junto a una cruz de hierro, se puede observar, a vista de pájaro, el valle de Tobalina, los montes Obarenes y la sierra de Arcena. Subir requiere esfuerzo, pero la recompensa es infinita.
El punto de partida para el ascenso es el pequeño pueblo de Orbañanos. Allí nace una ruta de tan solo 5 kilómetros que conduce a la cima. Que la distancia no juegue al despiste: para alcanzar el punto más alto hay que salvar un desnivel de 800 metros así que el ejercicio es intenso.
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