Faltaría hablar del castillo de Sigüenza, reconvertido en Parador. No solo ofrece una de las mejores vistas de la ciudad, sino que fue el escenario de uno de los matrimonios más cortos de nuestra Historia, el de Blanca de Borbón con Pedro I el Cruel, quien rompió el enlace la noche de bodas al enterarse de que el rey de Francia, tío de su esposa, no pagaría la dote acordada de 300.000 florines de oro.
Doña Blanca fue repudiada y confinada en el castillo. De ahí que, según propios y extraños, su fantasma pulule por las habitaciones en las noches frías.
El Mundo
No hay comentarios:
Publicar un comentario