En el corazón del Sobrarbe, este pueblo de cuento con sus calles de piedra es impecable y se siente vivo al mismo tiempo. Sus vecinos están muy unidos a la hora de cuidar el aspecto de cada rincón, y hay una excelente variedad de casas rurales.
Enfrente, uno de ellos conduce hasta el Monasterio de San Victorián, uno de los más antiguos de España.
Heraldo
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