La Dama de Elche, hallada en La Alcudia, es una de las obras escultóricas más célebres del mundo. Actualmente se custodia en el Museo Arqueológico Nacional en Madrid.
El miércoles 4 de agosto de 1897, un niño de 14 años, Manuel Campello, que se encontraba realizando trabajos agrícolas en la Alcudia, se encontró una piedra. Al sacarla, apareció el rostro del busto. La escultura se encontraba un poco inclinada a su derecha, mirando al sureste, sobre dos losas de piedra de cantería. Su localización y su situación desvelan que se trató de una ocultación intencionada, puesto que para su seguridad se construyó un semicírculo de losas protectoras que delimitaban el espacio suficiente para albergar la escultura.
Una vez depositada la pieza se rellenó con arena procedente de la playa ilicitana de La Marina, permitiendo que la Dama llegase al momento de su descubrimiento conservando buena parte de su policromía.
El 11 de agosto llegó a la ciudad el arqueólogo francés Pierre Paris para asistir a las representaciones del Misteri, invitado por el cronista y archivero municipal Pedro Ibarra. Entusiasmado planteó aquel mismo día y los sucesivos la posibilidad de comprar la obra para Francia y por diversas circunstancias, acordaron la venta en 4.000 francos (5.200 pesetas de la época).
El 8 de Febrero de 1941 la Dama cruzaba la frontera por Portbou en tren camino de Madrid junto con otras obras artísticas y arqueológicas españolas.
Tras su fugaz paso por Elche en 1965, durante 14 días con motivo de una exposición de cultura ibérica, la Dama se trasladó del Prado al Museo Arqueológico Nacional en Madrid.
En 2006, con motivo de la inauguración del MAHE, estuvo casi seis meses de nuevo en su ciudad de origen, dónde fue valorada en 15 millones de euros, para el seguro.
La Dama de Elche es un busto labrado en piedra arenisca, procedente de la cantera local Peligro. En el momento del hallazgo conservaba restos de pintura roja, azul y blanca que decoraba, los labios, la mantilla y el manto. Su altura es de 56 centímetros y el perímetro de sus hombros y pecho de 115 centímetros, siendo así sus proporciones de tamaño natural.
Aunque la procedencia de la piedra indica que la obra fue esculpida en La Alcudia, entre los últimos años del siglo V y la primera mitad del IV, su autor pudo haber sido tanto un ibero como un escultor foráneo.
La Dama de Elche, es una escultura que esconde muchos misterios ya que hoy en día todavía no se sabe si el busto representa a una diosa, a una sacerdotisa o a una dama de alta alcurnia. Además, en la parte posterior se aprecia una cavidad de 18 centímetros de diámetro y de 16 de profundidad, sobre cuya finalidad todavía se desconoce.
En Elche se pueden encontrar reproducciones a tamaño real en la Glorieta, en el Jardín Artístico Nacional Huerto del Cura, dos en el Ayuntamiento, museos, aeropuerto, y diversos lugares con una amplia diversidad de tamaños y representaciones. Existe también una recreación en gres realizada por Arcadi Blasco en la avenida del ferrocarril y otra de Manolo Valdés de 4 metros de altura y 5.500 kilos de peso, en el campus de la Universidad Miguel Hernández.
(Visitelche)
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Selección
viernes, 12 de septiembre de 2014
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