Y aunque estos zajoriles son reales y recientes, aún hay otros que se pierden en los borrosos límites de las Hurdes legendarias, como el Tío Godencio. Pedro Alonso Iglesias, de 63 años, vecino de la alquería de Asegur, le contaba en agosto de 1996 al investigador Felix Barroso que antiguamente existía un pueblo entre Asegur y Nuñomoral que se llamaba La Rocasqueru, del que todavía se pueden ver los cimientos de las casas.
En una poza del río vivía una anguila, que salía de vez en cuando a las orillas para aparearse con un bastardo. La anguila se fue haciendo grande, ya pesaba unas cuantas libras, y de grande pasó a enorme, y como no sería de enorme que un mal día la cazaron los del pueblo y tuvieron para comer todos los vecinos.
Y como había para todos, todos comieron. Todos menos el viejo Tio Godencio, un sabio zajorí, que era sabio, además de por sus años, porque tenían una cruz debajo de la lengua y había hablado en el vientre de su madre antes de que lo dieran a la luz, que es la gracias con la que nacen los sabios.
El tio Godencio, que para eso era sabio, les advirtió que no comieran de la anguila, pero el hambre es muy mala y hace a los oídos sordos, y al comer la anguila preñada de veneno del bastardo enfermaron y murieron todos los habitantes del pueblo.
Se quedó solo el zajorí; se quedó dueño y único heredero de todo el pueblo. Era viejito ya el hombre, y decidió ir a pedir asilo a Nuñomoral. Pero allí todo el mundo le cerró las puertas, a pesar de ser un zajorí.
Entonces el hombre se dio media vuelta y cogió el camino de la Asegur, pero antes, cuando estaba en el lombu de la Cruz, donde se paraban a los difuntos cuando iban a enterrarlos al cementerio de Nuñomoral, miró al cielo gris y dijo:
-Que una nubi de garrapatas caiga sobre esi puebru de Nuñumorá y que les chupi la sangri a los vecinus y a los ganaus.
Y así sucedió: cayó una nube de garrapatas que oscureció hasta la luz del día.
Cuando el hombre llegó a La Asegur lo trataron a cuerpo de rey. Y en agradecimiento les dejo a todos los vecinos su pueblo de La Rocasqueru. Por eso todos los huertos y toda la parte de La Rocasqueru es propiedad de los vecinos de La Asegur.
Y por eso, dicen, a los de Nuñomoral todavía se les conoce con el nombre de “Garrapatas“.
(Extremadura secreta)
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