Una de las notas más relevantes de estas fiestas es un saber acoger a los foráneos que, amantes de las costumbres castreñas y conocedores de su hospitalidad, no se pierden este conjunto de celebraciones tan variadas. Por ello, estas fiestas además de constituir un motivo de encuentro, son para Castro Urdiales un modo de proyectarse hacia el exterior con la alegría y el buen humor que caracterizan a las gentes de aquel lugar. Están plenamente dedicadas a las gentes de la mar y sus familias, que se encomiendan durante estos días a San Andrés.
Sin duda, una de las tradiciones más esperadas en esta fecha es la gran Caracolada, de la que participan todos los cástreños. Los caracoles son, junto al besugo, el plato fuerte en la parte gastronómica de la celebración.
Concursos, deportes, desfiles, regatas, verbenas, fuegos artificiales, toros de fuego, actuaciones musicales y actos religiosos redondean la festividad con diversión y Espectáculo.
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