En la entrada titulada "Hispania y el cambio de calendario" del 6 de febrero ya dejé explicado el motivo por el que los últimos meses del año se llaman como se llaman. Nada dije, sin embargo de las razones por las que Febrero es más corto que los demás.
En la primera reforma del calendario que llevaron a cabo los romanos, el año tenía 10 meses y 354 días. Esto ocasionaba un desfase con las estaciones que se resolvía agregando un mes ocasionalmente. Esto obligaba a pagar a la servidumbre por lo que motivaba frecuentes conflictos y manipulaciones. Con todo y con éso, Julio César se encontró con un desfase de cerca de tres meses entre el calendario y las estaciones. Conocedor de que los egipcios habían sido los primeros en adoptar el calendario de 365 días, encargo al astrónomo Sosígenes de Alejandría, la confección de un nuevo ciclo anual.
El sabio adoptó un calendario regular de 11 meses de 30 ó 31 días y otro mes, el último, que recogía los días sobrantes. Este último mes, que resultó ser Febrero, porque inicialmente se mantuvo el inicio del año en Marzo, se quedo con los 28 ó 29 días que restaban.
Más adelante se trasladó el principio de año al día 1 de Enero, como expliqué en la entrada anterior, pero no se alteraron los nombres.
De todo un poco. Leyendas, tradiciones e historias curiosas de todas las regiones de España. Unas son verdad y otras no tanto.
Selección
martes, 4 de agosto de 2015
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