Las ecuaciones matemáticas eran flor de aquellos años de especulaciones y de hambre. Para fijar los precios de los productos que se consumían en las provincias de origen, la Comisaría General de Abastecimientos recurría el 5 de enero de 1942, a una fórmula que en su puro enunciado era complicadísima:
Pb A c t d m bm de (Pb A c t d) = Pd
Pd g b de (Pd g) a = Vp
La propia Comisaría daba las claves para resolver el problema de lo que en la práctica no era otra cosa que un escandallo:
Pb = precio base en almacén productor o en fábrica según se trate de productos agrícolas o industriales
A = arbitrios municipales, de salida en pueblo de origen, si los hay.
c = carga desde almacén a medio de locomoción que se emplea.
t = el costo de la clase de transporte que se usa hasta el almacén de mayorista.
d = descarga en almacén mayorista, siempre que no se venda a detallista antes de almacenar la mercancía.
m = mermas oficiales para los artículos que las sufran calculadas sobre el valor del precio base.
Pd = precio de mayorista a detallista.
bm = beneficio mayorista.
g = gastos detallados de cada partida por el orden exacto que se vayan produciendo hasta la puesta de
mercancía en el domicilio del detallista.
b de (Pd g) = beneficio del detallista.
Vp = precio de venta al público.
La España del estraperlo - José Martí Gómez
De todo un poco. Leyendas, tradiciones e historias curiosas de todas las regiones de España. Unas son verdad y otras no tanto.
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