sábado, 21 de octubre de 2017

Cardenillo y otros venenos

La cocina del Palacio Real de Madrid abrirá a las visitas de público desde este martes 17 de octubre, ofreciendo la posibilidad de conocer un espacio que ha funcionado como cocina "ininterrumpidamente" durante tres siglos hasta la Guerra Civil y que, desde Juan Carlos I, pasó a servir "de apoyo" a los banquetes de palacio.

Cardenillo y otros venenos
Ese verdín que le sale a los cacharros de cobre se llama cardenillo y es venenoso por eso no es muy recomendable usar estas baterías a menos que la limpieza sea exquisita. En la Casa del Rey se entiende que siempre lo ha sido. Además, en esas cocinas de palacio había agua corriente antes del Canal de Isabel II. Desde la Dehesa de la Villa una conducción llevaba el agua hasta los Caños del Peral, cuyas ruinas son visitables en el metro de Ópera. Aquella agua limpiaba las verduras en unos lavaderos alicatados que se conservan. Pero la higiene no era la única preocupación de los monarcas. María Cristina de Borbón se trajo un cocinero de Sicilia, de confianza, que le hacía "cocina de regalo", para ella sólita. "Tenía razones para pensar que la podían envenenar", dice el conservador José Luis Sancho.

(El País)

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