Se conservan antecedentes de construcciones particulares desde 1756.
En esta calle hay una fuente del Viaje de la Alcubilla.
Tradición.—A principios del siglo XVII, el sitio que ocupa esta calle lo formaban unos corrales, propios de Catalina de la Cerda, en que se encerraba la madera que se traía a Madrid para las construcciones. En la calle de Toledo existía, a fines del reinado de Felipe II, una plazoleta que se llamaba también de la Madera, y que suponemos tomaría el nombre por idéntico motivo.
Créese que la casa núm. 26 perteneció a D. Francisco de Quevedo.
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