Lekeitio se ha ganado un lugar en los programas turísticos por sus espectaculares playas y por la idílica y turquesa presencia de la isla de San Nicolás. Pero por encima de veleros blancos y chicas en bikini están los rescoldos de un pasado pesquero que en su día dotó de prosperidad y de monumentalidad a esta villa. El más claro ejemplo
de que aquí se movía dinero es su imponente basílica de la Asunción de Nuestra Señora, de un gótico tardío y, por lo tanto, excesivo, que tiene buenas fotos tanto por dentro como por fuera. El callejeo curioso conduce a palacios, murallas cortafuegos e incluso al viejuno
astillero Mendieta, en el río Lea.
(Traveler)
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