Existe en España lugares en la costa que bien merecen ser visitados, calas escondidas en bellas localidades donde perderse por sus callejuelas y disfrutar de su gastronomía. Asturias es un buen ejemplo de ello y viajar hasta su costa permitirá, además descubrir una cala cubierta con miles de cristales de colores.
En el sur de la villa marinera de Luanco, en Antromero, una pequeña cala surge para sorpresa del visitante, su nombre, playa del Bigaral, para todos conocida como «playa de los cristales».
Resguardada por la costa, este arenal de apenas setenta metros de largo y treinta de ancho, fue utilizado durante decenios como vertedero de vidrio. Con las mareas y la acción del mar muchos de los cristales fueron rompiéndose formando una playa de cuentas de cristal pulidas y redondeadas. Hoy en día aún quedan cientos de cristales de colores que cubren la playa y que en días soleados desprenden reflejos verdes y marrones aunque cada año se ve con preocupación cómo disminuyen por la acción de muchos visitantes que se llevan los cristales de recuerdo.
No podemos marcharnos sin visitar la villa marinera de Luanco y pasear por sus calles de origen medieval en las que abundan los edificios palaciegos del siglo XVIII o recorrer el puerto pesquero y su paseo Marítimo.
(Guía Turismo Asturias)
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