El origen de este alimento tan popular es todo un misterio, lo que sí se sabe es que ya eran muy populares en el siglo XIX en Madrid, pues ya existían churrerías y eran, junto a los barquillos, los buñuelos y las rosquillas, uno de los productos más consumidos en las verbenas.
Los churros se toman en cualquier momento del día pero es más propio comerlos en el desayuno o en la merienda acompañados por café o chocolate. Una de las tradiciones más arraigadas en Madrid es ir a comer chocolate con churros la mañana del uno de enero para apaciguar el estómago después de una noche de fiesta.
Con el paso del tiempo la receta de los churros y su variante más vulgar, las porras, se ha mantenido intacta, lo cierto es que también se han hecho populares otras variantes como los churros cubiertos de chocolate y los churros con canela. Todas estas variedades se pueden encontrar fácilmente por toda la ciudad y mucho más en algunas de las castizas verbenas madrileñas. Un pormenor que muchos ignoran es que los churros se confeccionan con harina y las porras con puré de batata.
Los deliciosos churros son un sencillo producto que en
sus orígenes eran consumidos por las clases bajas y gentes del campo y hoy son
consumidos por la gran mayoría de los españoles y no sólo eso, también se
consumen en lugares tan lejanos como China y Australia, donde nuestros churros
han llegado para triunfar.
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