En pleno corazón de la Subbética cordobesa existe un salto de agua de una espectacular belleza conocido como Cascada del Salto del Caballo. También se le suele llamar La Fuente Grande.
A esta preciosa cascada, ubicada cerca de la localidad de Almedinilla, se llega por un sendero que parte del Museo Histórico. Este se sitúa a los pies de la Sierra de Albayate. Recorre una vereda de ganado que sigue el mismo trazado que un antiguo camino de la época romana.
En la zona del Tajo de las Llanás es una formación geológica de gran interés hecha de travertino, una roca sedimentaria que dejó una antigua cascada. Esta roca la utilizaban los romanos y en la parte superior del Tajo aún se aprecian los cortes en la piedra para extraerla. En ella se pueden apreciar también restos de animales y plantas que allí vivían. La erosión del agua en este tipo de roca caliza de origen kárstico provoca la formación de muchas cuevas y cascadas.
La ruta es corta y fácil, de 1 km de longitud. Sin embargo, tendremos que tener en cuenta que luego hay que hacer el mismo recorrido en el camino de vuelta. Se puede hacer perfectamente con los niños mayores, al menos, de 10 años. Lo más habitual es salir de la localidad de Almedinilla.
Durante el trayecto, pasaremos por lo que queda de los antiguos molinos harineros del siglo XIX. El que podemos ver en el Museo Histórico, el de Torre o el de Cubo son algunos de ellos. En el Molino del Cura, que serán las primeras ruinas que nos encontremos, podremos ver una chimenea de ladrillo que aún se conserva.
Cerca del río, en la Fuente del Piojo, podremos beber de un manantial que brota de una antigua mina de agua de origen romano-medieval. Cuenta la leyenda que si se bebe de ese agua en la noche de San Juan se rejuvenece.
La vegetación que veremos durante la ruta es la propia del bosque mediterráneo. Sin embargo, en las inmediaciones del río, la vegetación se corresponde más con el típico bosque de ribera. En el Salto del Caballo podemos hacer un descanso más largo para tomar algo y retomar fuerzas para la vuelta.
Se puede disfrutar también de diferentes pozas y cascadas para el baño en el río, cascadas que tienen su expresión máxima en el Salto del Caballo.
Antes del volver, podemos visitar cinco tumbas de incineración, documentadas por el Museo Histórico de Almedinilla. Estas tumbas debieron situarse aquí en la creencia de que era un lugar sagrado poblado por ninfas.
Sapos y Princesas
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