Es una enorme extensión verde -1.722 hectáreas- situada a las puertas de Madrid. Felipe II adquirió hacia 1560 ó 1561 las propiedades -casa-palacio y tierras- situadas frente a la cornisa sobre el río Manzanares que pertenecían a la nobiliaria familia de los Vargas. Posteriormente las reconvirtió en una villa renacentista sin pretensiones de representatividad pero, acorde con su sensibilidad, enmarcada por bellos jardines.
Descripciones documentadas y restos de construcciones permiten recrear un conjunto que identifica su carácter manierista a través de sus elementos clásicos: grutas, laberintos, burlas de agua, etc., situados en un auténtico vergel rodeado de densos arbolados que fueron plantados en aquel tiempo.
De todo un poco. Leyendas, tradiciones e historias curiosas de todas las regiones de España. Unas son verdad y otras no tanto.
Selección
miércoles, 11 de marzo de 2015
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