Una de las pocas playas vírgenes que quedan en Mallorca. Esta maravilla de arena blanca y fina y aguas turquesas la encontramos cerca de la localidad de Campos, aunque bien podría pasar por una playa del Caribe. Lo único que la delata son los pinos que la rodean. Este arenal se divide en dos: Ses Covetes, donde se practica el nudismo, y Ses Salines, junto a una salina donde se extrae flor de sal.
(National Geographic)
No hay comentarios:
Publicar un comentario