Su autor, un betanceiro que como tantos gallegos a mediados del siglo XIX emigra a Argentina. En pocos años consigue amasar una inmensa fortuna y decide regresar a su tierra natal, Betanzos , para invertir en ella, creando junto con su hermano, escuelas infantiles, una sanatorio y distintas obras benéficas, destacando principalmente por su parque enciclopédico.
El parque dispone de aparcamiento gratuito y una zona amplia de juegos infantiles en su parte más nueva.
El parque consta de dos partes bien diferenciadas, por un lado la parte de los Jardines, con la zona de columpios y el lago.
El laberinto, el palco de música y un auditorio al aire libre. También dispone de baños públicos.
Por otro lado esta la parte del Pasatiempo, un parque lleno de sorpresas y que constituye, todavía a día de hoy una buena enciclopedia donde aprenderemos toda la familia. Las construcciones que allí se encuentran buscan reflejar hechos y lugares de todo el mundo, así como una forma de vida basada en el esfuerzo.
Inspirado en distintos parques de todo el mundo y muy concretamente en el parque Güell, grutas, túneles, estalactitas, pasadizos secretos creará en los niños una especie de excitación y emoción que no conseguiréis parar, ya sabes ropa y calzado cómoda y unas linternas ayudarán a hacer esta excursión inolvidable.
Encontramos diferentes grutas que conducen a los distintos niveles del parque
El hecho de que el cemento imite la madera es una constante en este parque. Los árboles columna y que sea una parque construido para el pueblo son algunas de las similitudes con el parque catalán.
Además de que las barandillas y los árboles no son madera sino cemento, os llamara la atención también la cantidad de conchas, guijarros y botellas empleadas en la decoración de este parque. Y otra cosa curiosa los cuadros de Murillo entre otros que ha reproducido para enseñar al pueblo.
De lo más conocido es el denominado Estanque del Retiro: con una isla central en la que había dos figuras romanas, entre otras curiosidades como la Torre de Hercules a un lado. Las paredes del estanque totalmente decoradas con conchas y un mosaico de peces alrededor, los alumnos de los colegios visitaban este parque para complementar las enseñanzas de los libros y ver aquí todo en directo.
Entre los distintos murales que tenemos en las paredes cabe destacar los que señalan sus viajes como la Pirámide de Keops, con sus medidas, conocer Grecia, Italia y Egipto en aquella época era conocer las tres culturas y el sueño de cualquier intelectual que se preciara. Las figuras de Juan García, con Doña María y si hija Agueda subida a los dromedarios con sus guías es una de las que llaman la atención.
Otra de las figuras curiosas es el buzo, recordando el libro de Julio Verne, 20.000 leguas de viaje submarino.
Y de lo más retratado del parque lo dejo para el final los 41 relojes que dicen que marcan los husos horarios. Aquí se ve un guiño al país que los hizo ricos, Argentina, además el reloj es de una prestigiosa marca de ese país. En aquellos tiempos se utilizaban los relojes de sol, pero una vez más demuestra el carácter pedagógico hacia el pueblo, estos relojes se utilizaban para enseñar las horas, por eso cada uno marca una hora distinta que nada tiene que ver con los husos horarios.
Y con estas horas me despido ya, no sin antes informaros que por muy bonito que sea este parque lo cierto es que está bastante descuidado ya informamos en otro artículo que estaba en la lista roja de patrimonio y permanece cerrado tras los últimos desplomes, no sabemos ahora si este cierre durará mucho más pues ahora, con la declaración de Bien de Interés Cultural, las obras para acondicionarlo van a ser importantes.
Espero que os haya gustado esta entrada y si es así no dudéis en compartirla.
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