Flanqueado por el Guadalquivir y protegido por la torre del Oro, El Arenal era un barrio de astilleros y polvorines. La blanca y reluciente plaza de toros de la Maestranza,donde se celebran corridas desde hace más de dos siglos, destaca sobre el conjunto urbano de la zona, y los bares y bodegas de las calles que circundan el coso se abarrotan especialmente durante la temporada taurina.
Antes esencial para la vida de Sevilla la influencia del Guadalquivir declinó al encenagarse en el siglo XVII. Para entonces, El Arenal era un refugio de picaros guarecido al amparo de las murallas de la ciudad. Transformado en canal a comienzos del siglo XX, el río ha vuelto a ser navegable coincidiendo con la Expo 92, al tiempo que la ribera este se ha convertido en un paseo arbolado con preciosas vistas del barrio de Triana y la isla de La Cartuja, situados en la orilla opuesta.
El hospital de la Caridad, cuya iglesia alberga cuadros de Murillo y Valdés Leal, es significativo de la importancia del periodo barroco. El museo de Bellas Artes, la segunda pinacoteca de España, cuenta con una magnífica representación de la escuela sevillana, entre cuyos artistas se encuentran Zurbarán, Murillo y Valdés Leal.
El teatro de la Maestranza y el edificio de la Previsión Española son, por otra parte, dos buenas muestras de la arquitectura contemporánea.
De todo un poco. Leyendas, tradiciones e historias curiosas de todas las regiones de España. Unas son verdad y otras no tanto.
Selección
miércoles, 28 de septiembre de 2016
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