Se trata de un pequeño edificio volcánico formado por piroclastos de caída y un recubrimiento de lavas escoriáceas que colmata el cráter que albergó un lago de lava, y le da el característico perfil de lente, común a un alto número de volcanes en el Campo de Calatrava. En su base afloran piroclastos hidromagmáticos. En sus inmediaciones, en el camino que conecta con Sancho Rey, se encuentran dos pequeños maares de edad pliocena de los que se conservan los rebordes calizos del cráter con marcados procesos de subsidencia.
(UCLM)
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