martes, 3 de abril de 2018

Vapor Santa Isabel - El Titanic gallego

Los naufragios forman parte del día a día de la sociedad gallega. Están trenzados, con el mismo material con el que se fabrican las redes, a la realidad de unas gentes que viven (y en ocasiones mueren) por el mar. A lo largo del último siglo, las páginas de ABC han dado cuenta de innumerables tragedias marítimas que sembraron el fondo marino de acero y muerte. Uno de los relatos más conmovedores se remonta al 2 de enero de 1921. Esa madrugada, el naufragio del vapor «Santa Isabel» dejó 213 personas fallecidas. Solo 55 de los viajeros se escabulleron de una muerte segura frente a la isla de Sálvora. Son los mismos que aparecen en la fotografías que se publicó en esta cabecera coincidiendo con la tragedia.
De esa triste jornada, y de los días posteriores, quedó el frío, el miedo y la solidaridad de unos vecinos que se volcaron con los damnificados. Esa colaboración ayudó a rescatar a los pasajeros que finalmente se zafaron de las gélidas aguas del Atlántico. Fue el caso del segundo oficial del barco, el ferrolano Luis Cebreiro, que después de salir con vida del naufragio sacó del agua a medio centenar de personas. En los rostros de los viajeros que protagonizan la imagen de arriba quedaron grabadas otras historias de supervivencia y solidaridad. Un relato en paralelo de la realidad de Galicia y sus gentes.

(ABC)

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