La alfarería en la provincia de Salamanca (España) agrupa la producción cacharrera de la zona, además de los materiales arqueológicos datados con anterioridad a la cultura de los pueblos ibéricos y la Hispania romana, y la cerámica de dichos periodos. Influenciada por los poderosos focos extremeños de Salvatierra de los Barros y Fregenal de la Sierra, su alfarería está presente en el Antropológico de Madrid o el Museo de Salamanca,, y en museos monográficos como el de Chinchilla de Montearagón y el Museo Internacional de Arte Popular del Mundo, ambos en Albacete, el Museo del Botijo de Argentona,, o el de Toral de los Guzmanes. También es interesante reseñar los fondos de las colecciones del Equipo Adobe, o las piezas reunidas en el Museo de Artes y Tradiciones Populares por Guadalupe González-Hontoria.
Historia
Además del mencionado tesoro arqueológico de la edad antigua y de la influencia de la alfarería musulmana, la «loza común vidriada» salmantina es citada por Pascual Madoz en el Diccionario geográfico-estadístico-histórico de España y sus posesiones de Ultramar, dentro de sus censos industriales sobre Alba de Tormes y Tamames.6a7 Ya mediado el XX, destaca el estudio de los alfares salmantinos publicado por Luis Cortés Vázquez, que orientaría los subsiguientes trabajos de ámbito nacional, en especial los trabajos de campo realizados entre 1960 y 1978 por etnólogos alemanes y Natacha Seseña. En las postrimerías del siglo XX el crecimiento del mercado turístico facilitó la recuperación de la actividad alfarera y el diseño cerámico de cacharrería para uso decorativo.8
(Wikipedia)
De todo un poco. Leyendas, tradiciones e historias curiosas de todas las regiones de España. Unas son verdad y otras no tanto.
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