Siguiendo la impronta de las tres huellas que San Juan dejó tras desembarcar en Bermeo, llegaremos hasta el peñón culminado por la ermita que le rinde nombre. Un corto viaje que nos transporta desde las aguas del puerto de Bermeo hasta una salvaje costa, donde la fuerza del agua y de la roca y los valores históricos se han conjugado armónicamente, conllevando a la declaración de este espacio como biotopo protegido.
Despues de una caminata tan sólo hay que subir 237 escaleras hasta lo alto del peñón peninsular para llegar a la famosa ermita de San Juan de Gaztelugatxe.
(20 minutos)
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