Se trata de un peculiar elemento de la medicina popular hurdana que alcanza en alguna ocasión a zonas extremeñas colindantes, que establece el origen de un mal en la emanación maligna del espíritu de los animales salvajes.
En las Hurdes se denomina encontráu a la urticaria, o más bien a la corriente negativa transmitida por animales que la provoca. Si en medio del campo un animal se queda observando a alguien, aunque éste no lo vea, ese alguien puede coger el encontráu. También si pisa por donde haya pasado cierto animal.
En las Hurdes se denomina encontráu a la urticaria, o más bien a la corriente negativa transmitida por animales que la provoca. Si en medio del campo un animal se queda observando a alguien, aunque éste no lo vea, ese alguien puede coger el encontráu. También si pisa por donde haya pasado cierto animal.
Las mujeres hurdanas, cuando iban al campo y tenían que colocar a su niño en cualquier lugar del suelo, decían antes "¡jusa el encontráu!" para evitar los efectos de éste por si la zona estaba contaminada. Para quitar el encontráu una vez que se ha contraído hay que barrerlo y "jusearlo" (ahuyentarlo). Se barren las zonas de la piel dañadas, previamente embadurnadas con harina, con plantas silvestres, recogidas a ser posible en un lugar cercano a donde se pilló el encontráu, o, según otras versiones, con una prenda de alguien que se llame Juan o María y del sexo contrario al del paciente, y al mismo tiempo se recita un ensalmo en que se debe mencionar el mayor número posible de animales, en la esperanza de poder acertar en mencionar el que provocó la enfermedad. Para algunos animales existen ciertas fórmulas estereotipadas, a menudo rimadas:
Si es de lagartija, ¡jusa a la rejendrija!
Si es de sapu, ¡jusa al buracu!
Si es de culebrón, ¡jusa al buracón!
Si es de gallina, ¡jusa al polleru!
Si es de lobu, ¡jusa al monti!
¡Jusa de tolos bichus,
de los que m'acuerdu y de los que nu m'acuerdu!
de los que m'acuerdu y de los que nu m'acuerdu!
Es preferible que tal ceremonia la haga el zajoril de la alquería correspondiente. El encontráu más difícil de quitar es el de sapo.
La medicina popular de otras zonas de Extremadura prescribe otros métodos más mundanos para curar la urticaria. Como el de dar por la mañana nueve vueltas alrededor de un objeto, que según la versión del pueblo en cuestión es un acebuche, un rosal, una mesa o una escoba colocada en pie en el suelo.
(Wikipedia)
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