Achamán era el nombre que recibía una de las entidades mitológicas divinas en las que creían los guanches, antiguos pobladores de la isla de Tenerife. Era considerado el Ser Supremo de la mitología guanche, siendo relacionado con el cielo.
El término Achamán fue traducido por los primeros historiadores como 'el cielo' o simplemente como 'Dios', aunque otros indican que Acaman significa 'sol'. Para lingüistas modernos Achamán, cuya forma primitiva sería aššaman, puede ser traducido como 'el Celestial' o 'el Centelleante' basándose en comparaciones con voces bereberes que aluden al relámpago y al rayo.
De los mitos guanches se conservó en la documentación posterior a la conquista de la isla el de la creación del ser humano, según el cual Achamán había creado a un grupo de hombres y mujeres del agua y la tierra, dándoles ganados para su sustento. Más tarde creó a más personas, pero no les dio ganados, indicándoles que debían servir a los primeros. Este mito de origen explicaba las diferentes clases sociales que existían en el pueblo guanche.
(Wikipedia)
El término Achamán fue traducido por los primeros historiadores como 'el cielo' o simplemente como 'Dios', aunque otros indican que Acaman significa 'sol'. Para lingüistas modernos Achamán, cuya forma primitiva sería aššaman, puede ser traducido como 'el Celestial' o 'el Centelleante' basándose en comparaciones con voces bereberes que aluden al relámpago y al rayo.
De los mitos guanches se conservó en la documentación posterior a la conquista de la isla el de la creación del ser humano, según el cual Achamán había creado a un grupo de hombres y mujeres del agua y la tierra, dándoles ganados para su sustento. Más tarde creó a más personas, pero no les dio ganados, indicándoles que debían servir a los primeros. Este mito de origen explicaba las diferentes clases sociales que existían en el pueblo guanche.
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