El teatro español nació y desarrollóse ajeno por completo a la música, hasta el siglo XV. «Nacido el drama en el Templo — dice Cañete — cultivado en él a la sombra del clero desde tiempos que no se puede determinar con fijeza, pero que se remontan al siglo XI, fácil es comprender que el manejo del diálogo y la creación de una fábula dramática, por sencilla que fuese, debían parecer familiares a los poetas castellanos que escribieron bajo el cetro de los Reyes Católicos... Hemos visto que desde el siglo XIV se conocían las tragedias de Séneca (¿el trágico o el filósofo?) en nuestra lengua, por diversas traducciones, reiteradas en el siguiente, en castellano y lemosín ».
Cuadrillas mil de faranduleros recorrían España, con más aspecto de galeotes que de cómicos. Anidaban, como es sabido, en los patios y corrales de las posadas pueblerinas, sin que el nombre de aquellos histriones haya llegado hasta nosotros. En tan bajo nivel se tuvo a estas infelices gentes.
Por Madrid pasaron innumerables veces esos ambulantes cómicos sin que se afianzaran ni adquirieran notoriedad, hasta que buscando medios de subsistencia para sus hospitales las Cofradías de la Pasión y de la Soledad, fijaron un teatro, bien que rudimentario, en un corral de Isabel Pacheco, y actuó en él (siglo XVI) como farsante, el primer cómico español, de estancia fija, Alonso Velázquez. Con el correr del tiempo este local daría nombre al Corral de la Pacheca de nuestro días.
En este punto puede decirse que empieza la historia del teatro español, del que fué único ilustre progenitor, Juan del Encina, autor de letras y solfas. En 1496 apareció la primera edición de sus obras, de las que jamás fué intérprete, como algunos escritores han supuesto, porque ni en su juventud, ni al servicio de los duques de Alba, ni en Roma, donde, según afirma Barbieri.
(Fernando Periquet - Apuntes para la Historia de la tonadilla y de las tonadilleras de antaño)
De todo un poco. Leyendas, tradiciones e historias curiosas de todas las regiones de España. Unas son verdad y otras no tanto.
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