Está formado por dos parroquias: Caravia Alta y Caravia Baja. Lugares tranquilos en los que se imponen largas caminatas con el mar y la Sierra del Sueve de fondo. Se recomienda un paseo hasta el mirador del Fitu, pues ofrece una vista panorámica de 360º.
Y de su pasado quedan algunos vestigios importantes como el Picu´l Castru o castro de Caravia, de los siglos IV o III a.C. Este Castro prerromano, que se halla cercano a Prado, tenía un recinto ovalado rodeado por una muralla donde podrían haber vivido hasta 240 personas.
Para los que les gusta la playa pero sin agobios.
La Vanguardia
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