Como si de retorcidos pináculos naturales se tratase, la comarca de Pinares entre Soria y Burgos se ve adornada por algunos árboles singulares que acompañan a sus habitantes desde hace siglos. El Sendero de los Abuelos del Bosque, en Covaleda, permite descubrir en una sencilla ruta para toda la familia ejemplares que posiblemente ya estaban ahí cuando estos bosques surtían de madera a la Armada Invencible a finales del siglo XVI. Al menos, eso es lo que se cree de ejemplares tan emblemáticos como el Pino Rey.
Para acceder a la ruta hay que tomar la carretera SO–850 que parte de la propia localidad de Covaleda, enclavada ya de por sí en una de las comarcas de mayor valor natural de toda la Comunidad. Desde allí se lega al refugio de Bocalprado, un punto recientemente remodelado y sobre el que pivotarán muy probablemente los servicios la nueva estación de esquí de Urbión. Por el momento hay una buena zona de descanso para disfrutar de un bosque en el que pureza y compatibilidad de usos humanos son ejemplares.
Desde allí parte un camino de tierra de algo más de tres kilómetros hasta una zona en la que se indica el sendero propiamente dicho. Ahora sí a pie, y con buena accesibilidad incluso para niños desde los cinco años, comienza un camino rodeado de ejemplares espectaculares de coníferas y prados vírgenes.
Las flechas rojas sobre rectángulos blancos van marcando un camino con un desnivel levísimo. Están colocadas en postes de madera y son fácilmente visibles salvo con fuertes nevadas. La ruta es circular y perderse es complicado, aunque siempre hay que tener en cuenta ciertas precauciones sobre calzado, hidratación, orientación y sobre todo meteorología.
El tramo del Sendero de los Abuelos del Bosque propiamente dicho y ronda los dos kilómetros, que se pueden realizar en algo más de media hora. El camino está jalonado por árboles centenarios. En su primer kilómetro es compartido con el camino al mirador de la Laguna Negra, pero luego se desvía hacia el interior del bosque. No obstante esta singularidad hace que sea perfecto para combinar con otras rutas naturales y, por qué no, disfrutar de unos cuantos días en la zona.
La zona de los Ancianos del Bosque se enclava en una de las mayores masas forestales de pino silvestre de Europa, un árbol común pero no con esta concentración de grandes ejemplares. Los incendios, las talas, las enfermedades o incluso la nieve que muchas veces troncha las ramas complica en grado sumo encontrar tantos ejemplares centenarios juntos y en tan buen estado de conservación. Básicamente, se trata de una cápsula donde el bosque ha podido crecer sin excesivos sufrimientos.
El premio, como en otras muchas cuestiones de la vida, está al final del camino. El Pino Rey de Covaleda es uno de los monumentos vegetales más espectaculares de Castilla y León y por méritos propios. Su perímetro pasa de los 6,50 metros en la base, ronda los 18 metros de altura (como un edificio de cinco o seis pisos más bajo) y con 13 metros de diámetro en su copa, a mediodía da una sombra de 40 metros cuadrados.
Se dice que este ejemplar de pino silvestre tiene 300 años como poco, aunque hay quien lo cifra en unos 450 por su enorme anchura e incluso hay que lo lleva a coquetear con el medio milenio. Sea como fuere, sus 18 toneladas de madera en una sola pieza atestiguan su monumentalidad y ponen la guinda a una ruta que empequeñece a cualquiera
De todo un poco. Leyendas, tradiciones e historias curiosas de todas las regiones de España. Unas son verdad y otras no tanto.
Selección
jueves, 2 de julio de 2020
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