Este personaje del folklore castellano, también conocido como El Zamparrón o La Zarrampla, es representado como monstruo u ogro grande de boca enorme y gran buche o barriga con una voracidad insaciable. Algo amorfo y elástico y de estómago infernal. Capaz de ingerir hasta un ejército entero. De ahí su nombre al referirse al tragar o zampar de una atacada o sin masticar.
Usado como “asusta niños” que no quieren dormir, es común a otras regiones ibéricas como “O Papón”, gallego o asturiano y el portugués “O Papão”.
Aurelio M. Espinosa recoge en 1988 un cuento de la tradición oral en Astudillo (Palencia), en el cual el monstruo advierte a quienes se acercan que se tragará a quién lo haga. Y así va comiéndose a tres nietecitas, un molinero, un rebaño de ovejas y un batallón de soldados, etc. (varían los personajes según la versión). Hasta que llega una hormiguita, la cual recibe la misma amenaza que los anteriores, pero ésta le replica que le picará el culo (o se le meterá por él, según distintas versiones) y le hará bailar, consiguiendo así que expulse a todos los que se ha comido (por el culo o regurgitados) y entre todos le darán fin.
En diversas fiestas municipales existe la costumbre de montar una especie de “atracción” de cartón piedra denominada “tío Tragaldabas” (o “Tía Melitona”) En la que los niños pueden subir, penetrar por la enorme boca y tirarse por el tobogán para salir por detrás de la figura.
Según la DRAE es nombre coloquial de persona muy tragona.
De todo un poco. Leyendas, tradiciones e historias curiosas de todas las regiones de España. Unas son verdad y otras no tanto.
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