No es otra cosa que la hora del aperitivo de otras zonas de España, adaptado a la mentalidad catalana donde, además, se producen excelentes vermuts.
Una antigua tradición que se ha ido recuperando poco a poco por diferentes bares y bodegas de Barcelona, que se han propuesto volver a recuperar las mañanas de los domingos. Tradicionalmente procede del encuentro de los amigos y vecinos que, tras acudir a misa y, sabiendo que el domingo es un día que se come más tarde porque la yaya estaba haciendo los canelons, se daban cita en las tascas y bodegas del barrio a tomar un tentempié consistente en vermut acompañado de alguna tapa que normalmente consistía en anchoas, boquerones, berberechos o productos del mar u olivas. Ahora ya no hace falta la excusa de la misa para salir y disfrutar de las mañanas de domingo mientras tomamos algo con los amigos antes de comer.
De todo un poco. Leyendas, tradiciones e historias curiosas de todas las regiones de España. Unas son verdad y otras no tanto.
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