En una loma de 441 metros de altura al norte y muy próximo a la población de O Barco de Valdeorras se encuentran los restos de una torre medieval levantada sobre un castro milenario. Es la llamada fortaleza o Torre de O Castro.
Se trata de un enclave estratégico pues desde aquí se divisa una buena parte del valle del Sil, por donde transitaban importantes vías de comunicación, tanto romanas como medievales. Era uno de los pasos hacia la Meseta y también paso para la famosa vía romana denominada Vía Nova, o Vía XVIII que unía Bracara con Asturica y que enlazaba con las minas de la Médulas. Desde la Edad Media también fue utilizada por los peregrinos que recorrían el llamado Camino de Invierno.
Ya lo sabían los antiguos pobladores que escogieron esta pequeña elevación para asentarse hace unos 2500 años, quizás sea este asentamiento castrexo la cuna de la villa de O Barco de Valdeorras. Debemos saber que cuando los romanos invadieron Gallaecia los pobladores que solían vivir en lo alto de estas lomas fueron paulatinamente abandonando sus poblados para asentarse en zonas más propicias para la vida, como en las terrazas de los ríos, en donde la comunicación, la ganadería, la agricultura y la pesca facilitaban la vida.
De esta población poco podremos ver y tan solo imaginar sus fosos y su croa, que ahora ocupa la fortaleza y la torre de O Castro. Sin embargo durante las últimas actuaciones llevadas a cabo en entre el 2012 y 2013 se conservó la traza sobre el enlosado de algunas de las viviendas castrexas. La villa de O Castro y sus viviendas fueron construidas por todo el espacio castrexo.
Las formas de las viviendas originales castrexas se han mantenido en este patio
De la torre de O Castro que se encuentra en el punto más alto se conserva parte de las murallas y su torre de homenaje. La torre estuvo en el abandono muchos años hasta tal punto que poco le faltó para no sobrevivir a nuestros tiempos. Afortunadamente en el año 2013 se llevó a cabo una restauración y una consolidación de los restos que permitieron su visita y puesta en valor.
Se cree que el origen de la Torre de O Castro se pierde en el siglo XII y se cuenta que perteneció a distintos señoríos de Galicia y Castilla. Primero a los Condes de Lemos y después a los Marqueses de Villafranca. En el siglo XV ya era parte de las posesiones de los Sarmiento, los Condes de Ribadavia. A finales de este siglo, como casi todos los castillos de Galicia, fue objeto de la furia de las revueltas Irmandiñas causándole grandes destrozos. Nuevamente la muralla fue construida por Juan Pimentel, así como los muros que formaban parte de esta fortaleza que en su día era mucho más grande. Uno de los escudos de los Sarmiento con los trece roeles y los seis de la familia Castro que adornaba la fachada lo podremos ver en una de las casas contiguas.
La torre sufrió diversas modificaciones a lo largo de los siglos. La primera entre los años 1336 y 1343 siendo promotor D. Pedro FernáNdez de Castro, señor de Trastámara, Lemos y Sarria. De esta etapa sería la primera planta y el gran aljibe abovedado del piso inferior y que hoy es también visitable. Este aljibe tiene unas medidas de 6,40 m por 4,40 m y una altura de 3,5 aportando una capacidad de 84,48 m3 de agua pluvial.
La torre es de planta rectangular de aproximadamente unos 7 x 5 metros y contaba con tres plantas separadas por pisos de madera.
Una vez suprimidos los señoríos en el año 1841 el castillo entra en un periodo de abandono que llegaría hasta el año 2013, aunque antes hubo otra pequeña reconstrucción en el siglo XVIII cuando la torre fue convertida en cárcel reparada por el 14º Conde de Ribadavia, Diego Sarmiento de Mendoza en el año 1766.
Como decíamos en los primeros años de la segunda década del siglo XXI fue restaurada parcialmente y consolidada. Para ello se construyó una estructura metálica en su interior para ascender hasta lo alto, desde donde podremos ver unas fantásticas vistas del valle y del Barco de Valdeorras y así hacernos una gran idea de lo que desde aquí se divisaba. Lo mejor es que el castillo está abierto buena parte del día y no necesita un gran mantenimiento, pues lo que veremos es la antigua estructura de piedra de los muros de la torre acompañado de paneles informativos.
El castillo está protegido por la declaración genérica de 1949 y fue declarado BIC en 1994, el mismo año en que fue donada al Concello do Barco de Valdeorras.
En los alrededores podremos ver distribuida sobre la pequeña montaña ejemplos de la arquitectura típica de Valdeorras en las viviendas y casas señoriales.
Junto a la iglesia parroquial de O Castro de Valdeorras podremos ver Casa Carballo, una gran casa señorial de forma rectangular en donde destaca la arcada del balcón de la parte del valle y los escudos de armas de la fachada principal. El edificio esta realizado con la típica piedra roja de la comarca.
El Pazo de Flórez es otra gran edificación situada en las cercanías de la torre de O Castro cuyo origen se remonta al año 1630 fundada por Pedro Losada y Quiroga. Hoy en día el la casa lo ocupa un establecimiento hostelero.
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