Victoria me ha contado que la calle Llibreteria era llamada así justamente por la de llibreteros y "papeleros" que en ella tenían su negocio. Según cuenta, es una lástima que ésta sea la única que todavía subsiste y ver cómo el resto se han ido convirtiendo en tiendas de ropa cutre no es nada agradable.
La tienda en la que trabaja lleva abierta más de 30 años, pero dice que anteriormente data del 1800. El edificio en el que se encuentra data alrededor del 1500.
Se especializan en papel en blanco, aunque también tienen gama de plumas muy extensa y tinta de varios tipos, atriles y demás, el paraíso ancestral de cualquier escritorio humanista.
Este pequeño rincón te permite sumergirte en el maravillo mundo de la artesanía del papel y los libros encuadernados con piel a mano. Entrar en este pequeño reino es transportarte a la época en la que los escribientes transcribían en sus cuadernos de apuntes y con sus plumas todo aquello que les fascinaba e inspiraba en sus viajes de exploración por la bella Roma o la melancólica Florencia, como base para sus creaciones literarias o sus románticos versos.
Una época donde los carruajes tirados por caballos marcaban el tempo de los viajes y las diferencias sociales sólo permitían a un muy reducido selecto de viajeros disfrutar de ese privilegio.
En este pequeño rincón no hay lugar para blackberrys ni para Android. Aquí recuperas las ganas de volver a plasmar en mini cuadernos tus pensamientos, tus deseos, tus ilusiones... todo un mundo interior que sólo estos pequeños cómplices conocen mejor que tu mismo.
(Yelp)
No hay comentarios:
Publicar un comentario