La situación de este pueblo, asentado sobre una colina desde la que se divisa el paisaje de La Rioja alavesa, denota su viejo pasado como fortaleza militar, protegida por unas gruesas murallas, con torreones y matacanes, levantadas en el siglo XIII. En algunos tramos de este recinto todavía se conservan pasadizos, así como el camino de ronda al que se han ido adosando las viviendas y se han practicado puertas y ventanas.
Un portal en el que aún se reconoce el arco que sostenía el rastrillo, da paso a la calle Mayor, arteria del pueblo. En el interior del núcleo urbano, vale la pena reparar en las robustas viviendas, las más antiguas del siglo XVI, con entradas de arcos de medio punto, graciosas ventanas y detalles decorativos o religiosos en las fachadas.
En la parte más alta se encuentra la iglesia gótica de San Miguel, muy modificada, con torre y decoración barroca, y a la entrada del pueblo se conserva una pequeña ermita que alberga una bonita Piedad del siglo XVI.
Algunos elementos, como una curiosa fuente, las bodegas y la primitiva nevera, ilustran también el rico pasado medieval de Labraza.
(Pequeños pueblos medievales)
De todo un poco. Leyendas, tradiciones e historias curiosas de todas las regiones de España. Unas son verdad y otras no tanto.
Selección
martes, 14 de agosto de 2018
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