Restos del castillo
En la parte más alta de la localidad se localizan los restos de una fortificación de origen medieval, en el pago conocido como "el Torrejón". Se trata de una tierra de labor, en la que un montón de unos 2 metros de alto, corresponde a los restos de una torre de 6 metros de largo por 5,50 de ancho.
La diferente altura que alcanza el cereal que se cultiva en la parcela, especialmente poco antes de su cosecha, permite seguir claramente el trazado de los muros del castillo marcado en casí toda su totalidad, salvo la esquina Oeste. Este fenómeno probablemente se deba a que debajo de la tierra de labor se encuentren aún los cimientos de la fortaleza, que forman una planta irregular con lados que van desde los 19 a los 26 metros de longitud, con una anchura cercana al metro.
Se aprecian marcas de cubos circulares en en las esquinas Norte y Sur. Los restos que se conservan mencionados al principio, pudieran corresponder a la torre del homenaje, situada en la esquina Oeste. En la imágen area se puede ver, rodeando a tres de los cuatro lados de la fortaleza, una franja de un color más intenso y unos 10 metros de ancho, que pudiera corresponder a un foso defensivo.
Imagen aérea
Según un vecino de la localidad, recuerda haber conocido de crío hasta tres metros de alto de una pared construida con cal y canto. Parece ser que parte de este material fue usado en la construcción de la carretera que da acceso al pueblo.
Lugar poblado desde antiguo, como lo confirma el hecho de haber localizado en su término municipal, hace años, un objeto procedente de la Edad del Bronce, su nombre tiene el significado del "valle abundante en rábanos".
Alfonso VII, junto con su mujer Berenguela y sus hijos, favoreció al Monasterio de Sahagún en 1148 con diversos bienes, villas y lugares, entre los que se encontraba la localidad de Valderrábano.
En el mapa de las Merindades y Señoríos de Castilla elaborado por Pedro Magro en 1353, la villa figura como lugar de behetría, perteneciente al señorío de Juan Rodríguez de Cisneros. En 1468 el señorío naturalizado lo detentan los descendientes de Gómez Pérez de Valderrábano.
Felipe III otorga en 1614 el título de Marques de Valderrábano a Francisco de Almansa y Manrique de Ulloa, Conde consorte de Nieva.
La localidad figura en el Catastro de Ensenada confeccionado en 1753 con una población de cuarenta y cuatro vecinos y quince viudas, con un caserío formado por sesenta y ocho casas habitables.
Pascual Madoz, a mediados del siglo XIX, menciona la existencia de una casa, situada en el despoblado de Mazuelas, que antiguamente fue el palacio del Marqués de la Conquista. En 1882 el lugar pertenecía al arciprestazgo de Valdavia, dentro de la diócesis de León y las 260 almas de la parroquia estaban atendidas por un cura de término.
La iglesia parroquial, situada enfrente de los restos de la torre, se dedica a Santa Cecilia. Está construida en mampostería y cantos rodados.
Castillos de Palencia
De todo un poco. Leyendas, tradiciones e historias curiosas de todas las regiones de España. Unas son verdad y otras no tanto.
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