miércoles, 30 de octubre de 2019

Recópolis


Recópolis se encuentra sobre una alta terraza a orillas del Tajo, a 1,5 km de Zorita de los Canes (Guadalajara), un lugar estratégico de comunicación dominando una amplia vega agrícola y la sierra de Altomira. Hoy se accede a los restos arqueológicos cómodamente a pié, tras pasar por el Centro de Interpretación situado en la carretera de subida al cerro.
La importancia de esta ciudad, de bellísimo entorno, se debe a ser una joya para la investigación histórica. Se trata de un caso excepcional de fundación de nueva planta en época visigoda y una oportunidad irrepetible al encontrarse intacta, completa y disponible para la investigación.

LA CIUDAD VISIGODA
Tras conseguir la unificación territorial del Reino visigodo, el rey Leovigildo funda esta ciudad en el 578 d.C, imitando a los emperadores Bizantinos y poniéndole el nombre de su hijo, el futuro rey Recaredo.
La ciudad responde a una planificación urbanística muy cuidada. Con aproximadamente 33 hectáreas, está rodeada de una gran muralla con torres cuadrangulares y varias puertas de entrada. En el interior se ha excavado la parte más elevada, una calle comercial que asciende entre edificios hacia un singular conjunto monumental administrativo y religioso: el Palacio y la Iglesia Palatina.
Las excavaciones han puesto de manifiesto las importantes relaciones comerciales que la ciudad mantuvo con todo el Mediterráneo, su intensa actividad productiva y su gran vitalidad hasta mediados del siglo VII, cuando se inicia una cierta decadencia.

El Palacio
Se trata de un conjunto de edificios dispuestos alrededor de un espacio central, seguramente dedicados a la administración y el gobierno de la ciudad y su territorio, y como alojamiento de los altos dignatarios. Construidos con dos plantas, la superior más noble y decorada, forman uno de los conjuntos palatinos más grandes conocidos hasta el momento. Se accedía a ellos por un arco monumental.

La Iglesia Palatina
Dentro del conjunto palatino se encuentra la iglesia, fundada en el rito arriano, transformado al católico tras la conversión del Rey Recaredo. De tres naves y planta de cruz latina, en ella se encontraron algunas de las piezas visigodas más conocidas: el tesorillo de 90 monedas de oro (tremises) y el cancel decorado. Sus restos están hoy transformados por las posteriores ocupaciones de la iglesia románica de la aldea mozárabe y una ermita del s XV.

Los edificios comerciales
A ambos lados de la amplia calle que asciende hacia el conjunto palatino, se encuentran dos edificios perfectamente planificados con el mismo esquema varias veces repetido de tienda y taller o almacén. Se ha identificado un taller de vidrio, con su horno circular, y otro de orfebrería. Es posible que este modelo de espacio público se inspirase en las grandes ciudades orientales del momento. Mas tarde estas tiendas se reutilizarían como viviendas.

Las Viviendas
En la misma calle comercial es posible ver un edificio cuya función pudo ser la de vivienda, con habitaciones de diferentes usos alrededor de un patio y soportales de postes en la entrada. Un pequeño aljibe da servicio en esta zona. No muy lejos , otros grupos de casas se disponen alrededor de pequeños patios o plazuelas.

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