Lo idóneo es pasear por Uecla sin prisas por el casco histórico. La panorámica de esta localidad viene determinada por la basílica de la Purísima y su cúpula de tejas blancas y azules. Construida entre 1775 y 1868, presenta rasgos de neoclasicismo y una planta neomudéjar. Dedicada a la patrona de Yecla, la Purísima Concepción de Nuestra Señora, se aloja en su interior cuando es trasladada desde el santuario del Castillo durante las fiestas de la Virgen.
La subida a esta antigua fortaleza también merece la pena: desde sus alturas hay las mejores vistas. Un camino de 20 minutos que arranca en Santa María de la Asunción, llamada la iglesia vieja, cuya nave gótica alberga el Museo de Semana Santa. Aquí merece detenerse en la plaza del Ayuntamiento, con el Arco de los Reyes Católicos y los soportales del auditorio enfrente. Cerca está el teatro Concha Segura, que mantiene los frescos y palcos de 1886, cuando se abrió.
La subida a esta antigua fortaleza también merece la pena: desde sus alturas hay las mejores vistas. Un camino de 20 minutos que arranca en Santa María de la Asunción, llamada la iglesia vieja, cuya nave gótica alberga el Museo de Semana Santa. Aquí merece detenerse en la plaza del Ayuntamiento, con el Arco de los Reyes Católicos y los soportales del auditorio enfrente. Cerca está el teatro Concha Segura, que mantiene los frescos y palcos de 1886, cuando se abrió.
El País
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