Y uno de los mejores ejemplos es esta pequeña localidad de la ría de Pontevedra en la que se conservan docenas de hórreos y cruceiros que dan por un lado a la rúa del Mar, la calle principal, y por otro a la ría; muchos se levantan sobre la roca viva. No quedan ya pueblos en todas las rías Baixas tan auténticos como Combarro, por eso fue declarado Conjunto Histórico Artístico. Un
lugar para pasear, deleitarse con estas construcciones tan genuinamente gallegas y terminar la mañana en una taberna degustando mejillones, navajas y berberechos de la ría. Cerca queda el monasterio de San Xoan de Poio, con un hermoso claustro renacentista —el claustro de las Procesiones— y un precioso entorno donde huele a mar.
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