sábado, 4 de abril de 2020

Pelillos a la mar



Cuando los rapaces se intercambian algún objeto, suelen arrancar un pelo de la cabeza, lo toman por un extremo y soplan diciendo:
¿A dónde va este pelín?
Se contesta: a la mar,
–El que descambie
pal infierno irá,
peliquinos por acá,
peliquinos por allá.
Una vez echado a la mar el pelín ninguna de las partes contratantes se atreverá a deshacer el cambio.
Parece ser que esta superstición tiene su origen en un rito similar practicado por los griegos en la guerra de Troya.

Saber

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