martes, 10 de septiembre de 2019

La virgen polaca de Czestochowa, la batalla de Somosierra y Napoleón. ¿Qué hace una imagen de la Virgen de Czestochowa en lo alto de Somosierra?. Pues bien, el origen de su presencia está en un episodio histórico-bélico de nuestra reciente historia. La Guerra de la Independencia libró allí, en el Puerto de Somosierra, una de sus más famosas batallas.
Para llegar a Madrid y para salir hacia Francia era preciso atravesar la sierra por alguno de los pasos existentes a principios del siglo XIX, y desde luego no eran ni cómodos ni asfaltados como lo son ahora. Tal vez por ello la relación de Napoleón Bonaparte con la Sierra de Guadarrama no se puede decir que fuera contemplativa ni naturalista. La experiencia del Emperador fue más que dificultosa en tales pasos.
Nos ponemos en situación: el 30 de noviembre de 1808 las tropas francesas con el mismísimo Napoleón al frente avanzaban hacia la capital a través del paso de Somosierra. Allí les esperaba el general San Juan con sus baterías de cañones que comenzaron su acción haciendo estragos en las líneas de la Grande Armée. Ante el enorme número de bajas y la imposibilidad de continuar, el propio Napoleón ordenó el ataque de un escuadrón del regimiento polaco de caballería que integraba las fuerzas del multinacional ejército napoleónico. La mayor parte de los soldados polacos murieron, pero consiguieron la retirada española y el paso hacia Madrid. (Hay versiones que dicen que no murieron tantos, y que las tropas españolas abandonaron a las primeras de cambio. Desconocemos hasta dónde llega la verdad de este testimonio y tampoco queremos desilusionar a nadie).
Lo cierto es que en la Ermita de la Soledad, en el Puerto de Somosierra, diferentes placas rememoran aquel episodio, e incluso una imagen de la Virgen de Czestochowa, en memoria de los soldados polacos, convive con naturalidad entre las imágenes religiosas locales.
Más adelante, Napoleón tendría que vérselas de nuevo con la Sierra madrileña, esta vez en el Puerto de Guadarrama cuando se dirigía a Francia. Allí fue el hielo y la ventisca los que le dieron un anticipo de lo que serían sus campañas rusas.

ÁNGEL SÁNCHEZ CRESPO para GUADARRAMISTAS

No hay comentarios: