Nada más salir al campo se comprueba que la mayoría de los palomares palentinos son de barro, aunque también hay algunos de piedra o de ladrillo. Los primeros tienen el color pardo de la tierra o el blanco de la cal. La mayoría son circulares, aunque también abundan los cuadrados o rectangulares, aparte de otras formas menos frecuentes. Lo mismo se les encuentra aislados que agrupados, pero casi siempre a un tiro de piedra de las poblaciones. Los hay con patio central o sin él. En este último caso es normal que los tejados tengan múltiples niveles. Pueden ser de construcción muy sobria y funcional o llevar adornos de lo más creativo y original.
Es fácil observar que normalmente el palomar de barro está construido con un primer zócalo de piedra en su base. Encima lleva varias hileras de tapial y finalmente otra parte de adobes. El ladrillo se emplea en los aleros, cortavientos y filigranas de adorno. El tejado es de tejas curvas. Y pasando al interior se descubre que está constituido por varios muros gruesos donde van los nidales semicirculares para las palomas. En los palomares cuadrangulares los muros están dispuestos en forma paralela y en los circulares en forma de anillos concéntricos.
Recorriendo la provincia de Palencia encontramos palomares de tipologías muy diversa. Sintetizando podemos estimar que casi la mitad de los palomares son circulares (el 45,9%), siendo la otra mitad la suma de los cuadrados y rectangulares (el 52,4%). Hay un pequeño porcentaje de palomares poligonales o de otro tipo (el 1,7%).
Pese a la idea que se tiene de que el estado de los palomares no es muy bueno, la realidad es más compleja. Podemos establecer cinco categorías distintas que definen mejor el estado de conservación: Bueno, si el palomar no necesita reparación alguna. Regular, si es necesario pequeñas reparaciones en grietas, enlucido, etc. Malo, si requiere una seria intervención, especialmente en el tejado, troneras, etc. Ruina, cuando el tejado o alguna pared se ha venido abajo pero todavía se puede apreciar sus formas originales. Restos, cuando ya no es posible deducir las características completas que tuvo.
A la vista de la tabla se puede concluir que aproximadamente las dos terceras partes de los palomares palentinos se encuentra en un estado aceptable: exactamente el 66,8% tiene un estado bueno o regular y el 33,2% un estado malo, ruina o restos.
También de esa tabla se puede deducir que el número total de palomares existentes actualmente en Palencia se acerca al millar, pues a los 943 catalogados habrá que añadir alguno más que seguro que se me ha escapado.
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